HomeNuestras Gírgolas
Son fuente de proteínas de alta calidad, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales necesarios para el cuerpo humano.
Son una fuente de fibra dietética, lo que ayuda a mejorar la digestión y a mantener la salud intestinal.
Son ricas en vitaminas, incluyendo vitamina B1 (tiamina), vitamina B2 (riboflavina), vitamina B3 (niacina), vitamina B5 (ácido pantoténico) y vitamina D.
Son una fuente de minerales importantes como el hierro, el selenio, el potasio y el zinc.
Son bajas en calorías, lo que las hace adecuadas para personas que buscan controlar su ingesta de calorías.
Contienen antioxidantes que ayudan a proteger las células del cuerpo contra el daño oxidativo.
Las girgolas frescas se conservan en un recipiente cerrado en la heladera. Se pueden mantener frescas durante aproximadamente 7 a 10 días.
Si deseas almacenarlas por más tiempo, lo mejor es secarlas. Para ello, colgarlas en un lugar seco y ventilado hasta que estén completamente secas y crujientes. Guárdalas en un recipiente hermético en un lugar fresco y seco. De esta manera, pueden durar hasta 6 meses.
También podés congelarlas. Para eso te recomendamos saltearlas en aceite previamente. De esta manera, pueden durar hasta 6 meses.
Es importante recordar que, como con cualquier alimento, debes revisar visualmente y oler las gírgolas antes de consumirlas. Si tiene mal olor o aparecen signos de descomposición, es mejor desecharlas.